Una breve introducción a la historia de la cerámica.
Época Primitiva.
La cerámica era muy rudimentaria haciéndose a mano para imitar la
cestería, pero es en la edad de los metales en donde se construyen cuencos y
ollas ovoides decoradas con las huellas de los dedos, es también en esta época
cuando se da cuenta que el barro perdía su plasticidad al tener un sometimiento
al fuego, y para decorarse empleaban
distintas tierras coloreadas.
Algunos temas en su decoración eran las figuras geométricas, formas de
aves, o haciendo una cenefa. Es en Asia menor, Mesopotamia, y el centro de
Europa donde se han descubierto este
tipo de cerámica, habiendo también en este periodo las primeras
representaciones de la figura humana como las famosas “Venus” en donde se
representaba la fecundidad, tanto de la humana como la de la tierra.
La cerámica en distintos puntos
Es en el antiguo reino de Tebas y Beni-Hassán donde se
tiene constancia que desde la dinastía IV y V (2600-2350 a.C) se utilizó el
torno cerámico.
Por sus creencias religiosas a
sus muertos se les enterraban con sus objetos terrenales, vasos, copas, platos
u objetos de indumentaria. Las formas de vasijas funerarias que más se utilizaban de acuerdo a los
hallazgos, eran los vasos canopos y la copa con una forma de flor de loto
abierta, decoraciones sencillas y algún jeroglífico inciso o pintado.
Los objetos cerámicos estaban pintados en su mayoría con colores
verdes o azules, por el destacar de los escarabajos azules decorados usando
oxido de cobalto.

Los elementos ornamentales de la cerámica eran las figuras
geométricas, utilizando colores pardos sobre fondos blancos.
Los griegos fueron prolíferos en la creación de vasijas, aunque no se
sabe con exactitud la función que cada una desempeñaba, se sabe que la
realización de éstas favorecían el comercio
ya que podían utilizarse como transporte de todo tipo de mercancías,
como aceite, vino, agua o perfumes.

En Roma: Heredando la práctica de la civilización griega, no se
molestaron en embellecer la cerámica heredada, pero si buscaron una utilidad
práctica, es por eso que la cerámica en Roma es ordinaria pero con una técnica
perfecta.
Las formas más comunes utilizadas eran las tazas, las ollas con
tapadera, los cuencos, las linternas, destacándose sobre todo la vasija
representativa, el ánfora alargada, esbelta, de cuello alto, terminada en punta
con dos asas laterales.
Las formas de las vasijas eran sencillas para su uso diario, y
generalmente decoradas con figuras geométricas, los colores predominantes eran
los marrones-violáceos, conseguidos a partir del óxido de manganeso, y los
verdes con el óxido de cobre, también se caracterizan por los elementos
decorativos a partir de incisiones y perforaciones.
Se inicia la técnica de la “cuerda seca”, que consiste en aplicar unas líneas finas de materia grasa con el fin
de que no se mezclen colores colindantes.

Con la dinastía Yuan se unieron el Medio Oriente y el lejano Oriente y
es aquí donde la cerámica experimento un avance, sobre todo en el campo de la
decoración, pintando en color turquesa decorados de flores como crisantemos, o
peonias, dragones, aves y nubes, raramente se representaba la figura humana.
Es en la dinastía Ming donde se siguió usando y ampliando los dibujos
anteriores sobre porcelanas de fondo blanco; y es con la dinastía Chiang que se
generalizo el uso de la figura humana en la decoración de la cerámica,
consolidándose unas paletas de tres o cinco colores en la decoración sobre cubierta junto con la monocroma.
En Europa: En este punto no se conocía el secreto de la fabricación de
la porcelana hasta el siglo XVIII en el que el alquimista F. Bottger descubrió
el secreto del caolín.
Desde tiempos de Marco Polo a través de la ruta de las especies, a
Europa fueron llegando vasijas que causaban admiración por su resistencia y
textura, por lo tanto al no saber cómo se fabricaban eran raras y de un precio
elevado.
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